La entrada El valor de una vida fugaz se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>Aceptar llevar adelante un embarazo con un desenlace inevitablemente doloroso no es un acto de resignación, sino de amor puro y desinteresado. Estas madres eligen dar a sus hijos la dignidad de ser acogidos, amados y valorados desde el momento de la concepción hasta el final de su breve vida. En palabras de San Juan Pablo II, “El valor de una vida no se mide por su duración, sino por la intensidad del amor con el que es vivida”.
El camino que estas madres recorren está lleno de sufrimiento, pero también de esperanza. Saber que su bebé no sobrevivirá mucho tiempo fuera del útero no disminuye la fuerza del vínculo maternal ni la entrega con la que preparan su llegada. Cada ecografía, cada movimiento del bebé, cada latido de su pequeño corazón es un recordatorio del milagro de la vida y de la presencia de Dios en medio del dolor.
En este proceso, es fundamental que estas madres reciban el acompañamiento espiritual y emocional necesario. La Iglesia, las comunidades cristianas y los profesionales comprometidos con la fe tienen un rol esencial en brindar consuelo y apoyo. Los sacramentos, como el bautismo, ofrecen a estas familias la certeza de que su hijo, aunque frágil, es un alma destinada a la eternidad.
La vida de estos niños, aunque corta, deja huellas profundas en las vidas de sus padres y en quienes los rodean. Su paso por el mundo, aunque fugaz, se convierte en un testimonio vivo del valor de la vida humana y del amor incondicional. Cada bebé trae consigo un mensaje único y una misión que solo Dios conoce plenamente.
El testimonio de estas madres cristianas es una poderosa afirmación de que toda vida, sin importar su duración o sus limitaciones, tiene un propósito y un significado en el plan de Dios. Su valentía inspira a otros a abrazar la vida con esperanza, a reconocer el valor de cada persona y a confiar en la promesa de que “Dios enjugará toda lágrima de sus ojos” (Apocalipsis 21:4).
En lugares como Columbarios Fuente de Paz, estas familias encuentran un espacio para honrar y recordar a sus hijos con dignidad y amor. Aquí, el dolor se transforma en un acto de fe, y la memoria de estos pequeños se perpetúa como un signo de esperanza en la vida eterna.
Que el ejemplo de estas madres nos inspire a valorar y defender la vida en todas sus etapas, reconociendo que cada ser humano es un regalo precioso de Dios, digno de amor y respeto, desde la concepción hasta la muerte natural.
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]]>La entrada Cuando muere alguien muy joven se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>Nunca se espera enterrar a un hijo o hija—sin importar su edad. Los hijos, se cree, deberían sobrevivir a sus padres. Usted espera ver a sus hijos crecer, desarrollarse, casarse y tener hijos propios, antes de que usted salga de sus vidas.
Cada vez que un hijo muere, usted no solo pierde a ese hijo, sino también a su mundo supuesto—sus creencias sobre cómo debería ser el mundo. No es de extrañar entonces que la muerte de un hijo o hija de cualquier edad complique el dolor. Es una pérdida muy difícil.
Este artículo no puede ofrecer palabras para explicar tal pérdida. Ningún artículo podría. Sin embargo, tal vez, este artículo puede extender 3 ofertas. Primero, en su descripción del proceso de duelo, puede ofrecer validación—es decir, la sensación de que las reacciones y respuestas que surgen después de la muerte de un hijo o hija son compartidas por otros padres mientras luchan contra su pérdida. En segundo lugar, puede ofrecer sugerencias sobre cómo lidiar con situaciones y problemas que pueden surgir a medida que se lamenta. Finalmente, este artículo ofrece esperanza. (…)
Siga leyendo en https://www.dignitymemorial.com/es-es/grief-and-sympathy/losing-a-loved-one/when-a-child-dies
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]]>La entrada Cómo sobrevivir a la pérdida de un hijo. se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>Falta alguien: nuestra hija de 39 años, Nicole, y tal vez la que podría haber sido su propia familia. Perdimos a Nicole por una sobredosis accidental después de una fiesta en la playa hace 17 años, cuando ella tenía 22. Hemos seguido adelante en estos 17 años, pero no ha sido fácil y hay momentos en los que yo, a mis 60 años, siento como si el tiempo retrocediera hasta aquel espantoso día lluvioso de principios de octubre. (…)
HABLAR DEL DOLOR
Nos preocupamos por la crisis de salud mental hasta que se trata de la muerte de un hijo. Después de las secuelas inmediatas, cuando se haya asentado el polvo, los amigos y la familia seguirán con sus vidas y se mostrarán distantes, como si fuéramos un presagio desubicado de la muerte. Solo cuando descubres a otro padre que ha tenido la desgracia de unirse a este club distópico de almas heridas, te sientes con la confianza de hablar y ser realista sobre tus emociones después de años de estar en silencio.(…)
Perder a mi hija fue como una bomba nuclear que estalló y nos destrozó, que lanzó a nuestra familia en direcciones diferentes y confusas. Ocurre tanto si el fallecimiento es repentino como si es algo esperado debido a una larga enfermedad. Al menos durante dos años, me encerré en un estado de autodestrucción hasta que reaccioné para estar más presente con mis otros tres hijos, por los que estaba terriblemente preocupada (a decir verdad, todavía lo estoy) y a los que quería meter en una esfera protectora para que nunca sufrieran ningún daño. Me convertí en una madre helicóptero… a la décima potencia. Y aún estoy trabajando en ello. (…)
“Es reconfortante estar con personas que te permiten ser auténtico y no tienen miedo ni juzgan tus reacciones ni emociones”, explica Albert. A veces necesitas sentir tristeza e ira. Es emocional, físico, espiritual: el duelo es todas y cada una de las partes de lo que somos como seres humanos. No hay dos personas que sufran de la misma manera. Muchos encuentran una forma tangible de marcar el significado de la vida de su hijo, lo que nos ayuda a continuar esos vínculos y a recordarlos, dice Albert. Con motivo del cumpleaños número 40 de Nicole, ofreceré una beca universitaria para estudiantes de bellas artes y danza cuyos padres, o uno de ellos, sean personas discapacitadas. Mi esposo y yo estamos discapacitados. La beca le permitirá al hijo de una familia de escasos recursos a progresar en la vida y cultivar su pasión por las artes.
El duelo no es lineal. No avanza limpiamente en orden secuencial por etapas. El duelo es complicado y evoluciona. Hay veces en que puedo andar de puntillas a la orilla del agua y avanzar por la vida como si todo fuera normal, y hay veces en que esa inesperada ola de dolor se eleva y se estrella sobre mí, arrastrándome al oleaje para ahogarme. “Es más como una rueda de duelo que avanza y retrocede; es muy fluida”, dice Albert.
En conclusión: el duelo es natural, forma parte de la vida. “Es como un espejo. El dolor es un reflejo directo del amor”, dice Albert. La pérdida de un hijo es aterrador y va más allá de lo que la mayoría de nosotros estamos preparados para afrontar. No tengas miedo de acercarte y apoyar a quienes han perdido a un hijo, aunque hayan pasado décadas. Y deja que sean ellos mismos.
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]]>La entrada Curar un poquito esa herida se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>Y, por último, recuerda estas palabras:
“Esfuérzate y te valor, que nada te asuste, no tengas miedo a nada, porque yo, tu Dios, ire contigo adondequeira que tu vayas” Jos. 1,9
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]]>La entrada La maternidad va mucho más allá que tener un bebé en brazos se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>Ninguna de las dos cosas. Se aprende a vivir con ello. Se cree que una pérdida de pocas semanas no ha de suponer gran pérdida para alguien ya que no ha tenido vida física visible.
Lo cierto es que una madre es capaz de sentir amor por su bebé desde el minuto 0 de su concepción ¡¡e incluso antes!! Perderlo es una gran tragedia de la que cuesta mucho recuperarse.
Y más porque en nuestra sociedad no hay rituales, ni sagrados ni cotidianos que marquen un esquema de cómo ha de continuar la vida en adelante, con lo que los padres se encuentran terriblemente confundidos y desorientados. Eso por supuesto no ayuda mucho.
Si no se enquista el duelo, el tiempo, tener otros hijos, pueden aliviar en parte el dolor. Pero en muchos casos la cicatriz emocional y energética será como esas cicatrices físicas que duelen cuando va a cambiar el tiempo. Un hijo es un hijo y siempre estará presente de una manera u otra en la vida de los padres. Y de los hermanos y de los abuelos…
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]]>La entrada Debemos evitar se publicó primero en Fuente de Paz.
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]]>La entrada Razones para vivir se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>RAZONES PARA VIVIR
Muchos seres humanos no encuentran razones válidas para vivir. Su vida es como una larga noche sin amanecer.
Pero la vida es demasiado hermosa como para pasarla sin alegría y sin amor. Por supuesto que en este mundo, no existe la
felicidad perfecta y duradera, sin embargo, en la medida de lo posible, se puede ser feliz y vivir con alegría, a pesar de las enormes dificultades de la vida diaria.
Incluso cuando vienen los momentos más trágicos, como la muerte de seres queridos o de enfermedades incurables; si tenemos fe, podemos dar sentido a una vida, aparentemente inútil y podemos levantar la cabeza hacia ese Dios Amor, que nos anima a seguir viviendo y a luchar por la salvación de los demás.
¿Qué es la vida? La vida es el camino de un peregrino que, apenas llegado a la meta, se le abren las puertas, abandona
sus vestidos de viaje y entra en su casa.
P. Angel Peña OAR
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]]>La entrada ¿Qué es el purgatorio? se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>Aquí algunas de sus palabras que nos hacen reflexionar
María ¿Qué es exactamente el Purgatorio?
– Diría que es una invención genial por parte de Dios y se da al momento de nuestra muerte. Supongan que un día se abre una puerta y aparece un ser extraordinariamente bello, de una belleza tal, nunca vista sobre la tierra. Aquí quedan fascinados, trastornados por este SER de luz y de belleza, tanto más que él demuestra estar locamente enamorado de ustedes y el fuego del amor que quema ya en sus corazones los empuja seguramente a precipitarse entre sus brazos.
Pero ustedes, se dan cuenta, de que hace meses que no se lavan, que huelen mal, que se sienten horriblemente feos; tienen la nariz que chorrea, los cabellos grasosos y pegoteados, horribles manchas de suciedad sobre la ropa, etc., etc. Entonces se dicen a sí mismos: «¡No, no es posible que yo me presente en este estado!. Es preciso que antes me lave, me duche, y luego, rápidamente, regrese a verlo…».
Pero he aquí que el amor nacido en sus corazones es tan intenso, tan fuerte, tan abrasador, que este atraso debido a la ducha es absolutamente insoportable. Y el dolor mismo de la ausencia, aunque dure sólo pocos minutos, causa un ardor atroz en el corazón.
Pues bien, el Purgatorio es exactamente esto. Es un atraso impuesto por nuestra impureza, un atraso antes del abrazo de Dios, una llama de amor que hace sufrir terriblemente; una espera, o si quieren, una nostalgia del Amor. Es precisamente esta llama, esta ardorosa nostalgia la que nos purifica de todo lo que aún es impuro en nosotros.
Es un tiempo de purificación para luego gozar del abrazo de Dios para siempre.
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]]>La entrada Sentirse mejor se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>Generalmente, uno se va sintiendo mejor en forma gradual. A veces, puedes sentir que nunca te recuperarás. El proceso de duelo lleva tiempo y, algunas veces, el dolor puede volverse más intenso que otras.
A medida que pasa el tiempo, las cosas que te recuerdan a la persona que falleció pueden hacer que se intensifique tu dolor. En otras ocasiones, puedes sentir como que el dolor está por detrás de tus actividades normales, y no constantemente en tu mente.
Hacer cosas que disfrutas o pasar tiempo con personas que te hacen bien puede ayudar a que te sientas mejor. El duelo tiene su propio ritmo. Cada situación es diferente. Cuánto dolor sientes o cuánto tiempo dura tu duelo no es un parámetro que mida cuán importante fue para ti la persona que perdiste.
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]]>La entrada Tú estas conmigo se publicó primero en Fuente de Paz.
]]>Al igual que otros tipos de sufrimiento, el duelo ofrece una genuina oportunidad de cambiar y crecer. Toda crisis presenta sus peligros, pero también oportunidades; ambas van inextricablemente unidas. Por este motivo, el tratamiento adecuado de este proceso es vital para eludir las trampas que nos conducen al duelo complicado.
¡Se puede mirar el futuro y sobre todo el presente sin «vivir» en función del pasado!
Para el creyente hay una certeza, la más importante: al recorrer la oscura senda del luto, nunca estás solo del todo. Dios va contigo. «Aunque ande en valle de sombra de muerte, tú estarás conmigo» (Salmo 23:4).
En el duelo, como en muchas otras situaciones de sufrimiento,los dolientes necesitamos ser escuchados , encontrar personas que no se cansen de escucharnos y que traten de ser empáticos. La persona afligida no necesita la elocuencia de un buen sermón, sino el calor de una mano tendida con amor… No te sientas incómodo por los periodos de silencio, aunque sean largos.
Recuerda que, en el sufrimiento, «las palabras son de plata, pero el silencio es de oro». Los momentos de silencio son fructíferos porque contienen un gran potencial terapéutico.
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