Enfermos Terminales archivos - Fuente de Paz https://fuentedepaz.pe/category/enfermos-terminales/ Columbarios para las cenizas de tu ser amado Wed, 19 Mar 2025 17:28:49 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 ¿Pedirle que no nos deje? https://fuentedepaz.pe/pedirle-que-no-nos-deje/ Wed, 19 Mar 2025 17:27:53 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6896 ¿Qué decirle a un moribundo? Palabras de amor y consuelo en el último adiós Cuando un ser querido está en sus últimos momentos, el deseo de acompañarlo con amor y palabras de consuelo es natural. Sin embargo, saber qué decir puede ser difícil. ¿Debemos pedirle que se quede con nosotros o permitirle partir en paz? […]

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¿Qué decirle a un moribundo? Palabras de amor y consuelo en el último adiós

Cuando un ser querido está en sus últimos momentos, el deseo de acompañarlo con amor y palabras de consuelo es natural. Sin embargo, saber qué decir puede ser difícil. ¿Debemos pedirle que se quede con nosotros o permitirle partir en paz? ¿Nuestras palabras pueden hacerle sufrir o darle alivio? En este artículo te daremos consejos sobre qué decirle a un moribundo para ayudarlo a partir con serenidad y fe.

El poder de las palabras en el momento final

Las palabras tienen un gran impacto en el alma del moribundo. En este momento, lo más importante es transmitir amor, paz y la certeza de que no está solo. Más que intentar aferrarlo a la vida o presionarlo para partir, lo esencial es asegurarle que es amado y que su tránsito estará acompañado por nuestra oración y por la misericordia de Dios. Saber qué decirle a un ser querido en sus últimos momentos es fundamental para brindarle paz y consuelo.

¿Pedirle que no nos deje?

Es comprensible que, ante la inminente pérdida, queramos que nuestro ser querido permanezca con nosotros. Sin embargo, expresarle este deseo con insistencia puede generar angustia. Algunos enfermos sienten que deben luchar más allá de sus fuerzas para no «abandonar» a su familia, lo que puede generarles sufrimiento adicional.

En lugar de pedirles que se queden, podemos expresarles cuánto los amamos y lo importantes que han sido en nuestra vida. Decir frases como:

  • «Te amo y siempre te llevaré en mi corazón.»
  • «Gracias por todo lo que me enseñaste y por el amor que me diste.»
  • «Estoy aquí contigo, no estás solo.»

Estas palabras brindan paz y les permiten sentirse en confianza para entregarse a la voluntad de Dios. Acompañar a un enfermo terminal con palabras de amor puede ayudarlo a enfrentar la muerte con tranquilidad.

Ayudar a partir en paz

Acompañar a un moribundo con fe y serenidad es una forma de amor. Decirle que está en manos de Dios y que puede descansar en su misericordia le ayudará a enfrentar el momento con confianza. También podemos recordarle la esperanza de la vida eterna:

  • «Dios te espera con los brazos abiertos.»
  • «Nos volveremos a encontrar en la presencia del Señor.»
  • «Descansa en paz, estamos en oración por ti.»

Saber qué palabras decirle a un moribundo puede hacer la diferencia en su despedida. La fe y el amor son clave en este proceso.

El silencio y la oración también hablan

En muchos casos, las palabras sobran y el silencio amoroso es suficiente. Estar presente, sostener su mano y orar junto a él son formas profundas de comunicación. La oración del Padre Nuestro, el Ave María o el Salmo 23 pueden traer consuelo tanto al enfermo como a quienes lo acompañan.

Un adiós con amor y fe

Acompañar a un moribundo es un acto de amor y misericordia. No se trata de apresurar su partida ni de retenerlo a toda costa, sino de recordarle que su vida ha tenido sentido y que su amor permanecerá en los corazones de quienes lo rodean. Con palabras de fe y gratitud, podemos ayudarle a partir con serenidad, confiando en que la muerte no es el final, sino el comienzo de la vida eterna en Dios.

Si te preguntas qué decirle a un moribundo para darle paz, recuerda que las palabras de amor, gratitud y fe son las más importantes. Acompañarlo con oración y presencia puede marcar la diferencia en su tránsito final.

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He peleado la batalla, he guardado la fe https://fuentedepaz.pe/he-peleado-la-batalla-he-guardado-la-fe/ Wed, 19 Mar 2025 17:20:36 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6894 El buen morir católico: Una despedida en paz y esperanza En la tradición católica, la muerte no es el final, sino el paso a la vida eterna. Para los creyentes, el buen morir implica estar en paz con Dios, con uno mismo y con los demás, confiando en la misericordia divina y en la promesa […]

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El buen morir católico: Una despedida en paz y esperanza

En la tradición católica, la muerte no es el final, sino el paso a la vida eterna. Para los creyentes, el buen morir implica estar en paz con Dios, con uno mismo y con los demás, confiando en la misericordia divina y en la promesa de la resurrección.

La preparación para un buen morir

La Iglesia enseña que el cristiano debe vivir en constante preparación para su encuentro con Dios. Esto no significa vivir con temor, sino con la esperanza de la vida eterna. Algunas prácticas que ayudan en este camino son:

  • Los sacramentos: Recibir con frecuencia la Eucaristía y la Reconciliación ayuda a mantenerse en gracia. En la etapa final de la vida, el sacramento de la Unción de los Enfermos ofrece fortaleza y consuelo espiritual.
  • La oración y la fe: Mantener una vida de oración fortalece el alma y permite aceptar con serenidad la voluntad de Dios.
  • El perdón y la reconciliación: Sanar relaciones y estar en paz con los demás facilita un tránsito tranquilo.

El acompañamiento en el momento final

La Iglesia anima a acompañar a los enfermos terminales con amor y cercanía. En este momento, la familia, los amigos y la comunidad parroquial pueden brindar apoyo a través de la oración y los sacramentos. La Unción de los Enfermos, junto con el Viático (la última comunión), son signos de la presencia de Dios en el tránsito hacia la eternidad.

La esperanza en la vida eterna

El buen morir católico no es solo un acto individual, sino una vivencia de fe en comunidad. La Iglesia recuerda que la muerte es el paso a la plenitud de la vida en Cristo. Por ello, la despedida de un ser querido se realiza en un ambiente de oración y esperanza, confiando en la resurrección y en la promesa de la vida eterna.

En este sentido, elegir un lugar sagrado para la custodia de las cenizas o la sepultura es parte de esta fe. Los columbarios en templos y parroquias permiten que los difuntos descansen en un espacio de oración, acompañados por la comunidad y bajo la protección de Dios.

Un buen morir católico es aquel que se vive con paz, con fe y con la certeza de que el amor de Dios nos espera más allá de esta vida. Que al final de nuestro camino podamos decir, como San Pablo: «He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe» (2 Timoteo 4:7).

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¿Que es la codependiente del cuidador? https://fuentedepaz.pe/que-es-la-codependiente-del-cuidador/ Fri, 28 Feb 2025 16:43:10 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6888 El duelo es un proceso complejo para cualquier persona, pero cuando la vida ha girado en torno al cuidado de un ser querido enfermo, la pérdida puede sentirse devastadora. En muchos casos, el cuidador desarrolla una codependencia emocional, lo que hace que el duelo sea aún más desafiante. ¿Cómo Saber si Has Sido Codependiente de […]

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El duelo es un proceso complejo para cualquier persona, pero cuando la vida ha girado en torno al cuidado de un ser querido enfermo, la pérdida puede sentirse devastadora. En muchos casos, el cuidador desarrolla una codependencia emocional, lo que hace que el duelo sea aún más desafiante.

¿Cómo Saber si Has Sido Codependiente de tu Familiar Enfermo?

Si durante años tu felicidad, decisiones y bienestar han dependido exclusivamente de las necesidades de tu familiar enfermo, es probable que hayas desarrollado una relación codependiente. Algunos signos de codependencia incluyen:

  • Sentimiento de culpa al pensar en vivir tu propia vida.
  • Ansiedad intensa ante la idea de separarte de ella.
  • Negación de tus propias necesidades y deseos.
  • Sensación de vacío cuando no estás cuidando a tu madre.

Aceptar la codependencia no es fácil, pero es un primer paso crucial para enfrentar el duelo de manera saludable.

El Desafío del Duelo en la Codependencia

Para quienes han dedicado su vida al cuidado de un familiar enfermo, el duelo no solo implica tristeza por la pérdida, sino también una crisis de identidad. Muchos cuidadores sienten que han perdido su propósito de vida y no saben cómo continuar. Es fundamental entender que el duelo en estos casos puede incluir:

  • Sentimientos de confusión sobre quiénes son sin el rol de cuidadores.
  • Un dolor profundo que se mezcla con alivio, generando culpa.
  • Dificultad para reintegrarse a una vida independiente.

Estrategias para Prepararte para el Duelo

  1. Reconocer y aceptar la codependencia: No es fácil admitir que se ha vivido a través de otra persona, pero aceptarlo es el primer paso para sanar.
  2. Buscar apoyo profesional: Un terapeuta especializado en codependencia y duelo puede ayudarte a entender tus emociones y reconstruir tu identidad.
  3. Explorar nuevos propósitos: Dedica tiempo a descubrir actividades, intereses y relaciones fuera del rol de cuidador.
  4. Crear redes de apoyo: Rodearte de amigos, grupos de apoyo o familiares puede ayudar a aliviar la sensación de soledad.
  5. Permitir el dolor sin culpa: Es normal sentir tristeza y alivio al mismo tiempo. No te castigues por emociones contradictorias.

Conclusión

Prepararse para el duelo cuando se ha sido codependiente de un familiar enfermo requiere un trabajo profundo de autoconocimiento y sanación emocional. No se trata solo de afrontar la pérdida, sino de reencontrarte contigo mismo y reconstruir una vida donde el amor y el cuidado también sean para ti.

Si sientes que la codependencia te impide avanzar, busca ayuda. Tu vida también es valiosa y mereces vivirla plenamente

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A mis 97 años https://fuentedepaz.pe/a-mis-97-anos/ Tue, 28 Jan 2025 17:17:07 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6864 Reflexiones de un Alma de 97 Años: Una Mirada desde el Corazón y la Psicología Al llegar a los 97 años, la vida adquiere una perspectiva única. Este momento, lleno de reflexiones y emociones profundas, es una etapa donde las memorias del pasado, las experiencias vividas y las relaciones construidas a lo largo de casi […]

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Reflexiones de un Alma de 97 Años: Una Mirada desde el Corazón y la Psicología

Al llegar a los 97 años, la vida adquiere una perspectiva única. Este momento, lleno de reflexiones y emociones profundas, es una etapa donde las memorias del pasado, las experiencias vividas y las relaciones construidas a lo largo de casi un siglo se entrelazan para formar una narrativa singular. Desde el punto de vista psicológico, esta etapa de la vida ofrece una oportunidad única para el balance existencial, el crecimiento interior y la reconexión con lo esencial.

El Valor del Recuerdo

Para una persona de 97 años, los recuerdos se convierten en un tesoro invaluable. En la vejez, la memoria se convierte en un puente hacia el pasado, permitiendo revivir momentos de alegría, superación y amor. Aunque algunas memorias puedan estar nubladas por el paso del tiempo, muchas otras brillan con nitidez, recordando los logros alcanzados, las dificultades superadas y las lecciones aprendidas.

Desde una perspectiva psicológica, esta etapa invita a la integración de la identidad. Según Erik Erikson, uno de los principales teóricos del desarrollo humano, las personas mayores enfrentan el desafío de lograr la integridad del yo frente a la desesperación. Aquellos que logran encontrar sentido y aceptación en sus experiencias vitales alcanzan una paz interior que se refleja en una actitud serena y sabia.

La Sabiduría del Presente

A los 97 años, el tiempo se vive con una intensidad especial. Cada día, cada amanecer, cada encuentro es valorado como un regalo. La persona mayor aprende a estar más presente, encontrando alegría en los pequeños detalles de la vida cotidiana: el sabor de un café, el canto de un pájaro, la sonrisa de un ser querido.

La capacidad de encontrar sentido en lo simple no solo aporta bienestar emocional, sino que también es un recordatorio de que la felicidad no está en las grandes conquistas, sino en la gratitud por lo que se tiene. Este cambio de perspectiva puede inspirar a las generaciones más jóvenes a valorar más el presente.

Los Vínculos: Un Legado Vivo

En esta etapa de la vida, los vínculos familiares y sociales adquieren una importancia trascendental. La persona de 97 años reflexiona sobre las relaciones que ha construido, las herencias emocionales que deja y el impacto que ha tenido en los demás. Aunque algunas personas cercanas hayan partido, el recuerdo de esos lazos perdura como un testimonio del amor compartido.

Desde un enfoque psicológico, el sentimiento de contribuir al bienestar de otros —ya sea a través de consejos, apoyo emocional o simplemente con su presencia— refuerza el sentido de propósito y pertenencia. Saber que su historia de vida es significativa para otros aporta consuelo y esperanza.

La Relación con la Mortalidad

Al estar tan cerca del final de su camino terrenal, muchas personas mayores desarrollan una relación más tranquila con la idea de la muerte. Para muchos, la fe juega un papel crucial en este proceso, ofreciendo consuelo y la certeza de que su existencia tiene un propósito eterno.

En este sentido, la psicología existencial destaca la importancia de aceptar la finitud como una oportunidad para vivir plenamente. En lugar de temer al fin, muchos encuentran paz al reconocer que han dejado un legado de amor, sabiduría y enseñanzas.

La Belleza de una Vida Plena

Un adulto de 97 años puede mirar atrás con una sensación de plenitud. Aunque la vida no ha estado exenta de desafíos y pérdidas, cada experiencia ha contribuido a formar un ser humano único y valioso. En sus palabras y acciones se refleja una sabiduría que solo los años pueden otorgar.

En Columbarios Fuente de Paz, reconocemos y celebramos la riqueza de estas vidas longevas. Cada historia, cada sonrisa y cada recuerdo es un testimonio de la maravilla de la existencia humana y un recordatorio de que, al final, lo que importa es el amor que hemos dado y recibido.

Que estas reflexiones nos inspiren a vivir con gratitud, valorando cada etapa de la vida y aprendiendo de aquellos que han caminado mucho antes que nosotros.

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Darle lo que necesita https://fuentedepaz.pe/darle-lo-que-necesita/ Tue, 01 Oct 2024 01:11:44 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6805 Una persona con una enfermedad terminal es alguien vulnerable fisica y emocionalmente, quien merece nuestra misericordia activa para lograr que sientan nuestro amor. a. Presencia constante y afectuosa: El enfermo terminal necesita sentir la cercanía emocional de sus seres queridos, incluso si no se trata de una interacción verbal constante. El simple acto de estar […]

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Una persona con una enfermedad terminal es alguien vulnerable fisica y emocionalmente, quien merece nuestra misericordia activa para lograr que sientan nuestro amor.

a. Presencia constante y afectuosa: El enfermo terminal necesita sentir la cercanía emocional de sus seres queridos, incluso si no se trata de una interacción verbal constante. El simple acto de estar presente, de compartir momentos de silencio o de acompañarles en sus actividades cotidianas, puede ser un enorme consuelo.

b. Escucha activa: Muchas veces, el enfermo terminal desea hablar de sus temores, esperanzas o inquietudes, pero teme sobrecargar a su familia. La disposición de la familia para escuchar sin juzgar ni intentar “arreglar” la situación es esencial para que el paciente se sienta comprendido y acompañado.

c. Respeto por sus decisiones: Es crucial que la familia respete las decisiones del enfermo sobre cómo quiere manejar su enfermedad y su muerte, ya sea en cuanto a tratamientos médicos, cuidados paliativos o aspectos más personales como despedidas y rituales.

d. Paciencia y compasión: El enfermo terminal puede pasar por una montaña rusa emocional, desde la ira hasta la tristeza profunda. La familia necesita ser paciente y comprensiva, evitando reaccionar con frustración o desesperanza.

e. Apoyo práctico y emocional: Además de la ayuda física con las necesidades del día a día, el enfermo terminal requiere apoyo emocional para procesar su experiencia. Esto puede incluir conversaciones profundas sobre la vida y la muerte, pero también gestos pequeños de afecto.

f. No minimizar su sufrimiento: Aunque los familiares quieren ser optimistas o dar ánimo, es importante no invalidar el sufrimiento del enfermo con frases como «todo estará bien» si eso no es realista. Reconocer su dolor y acompañarlo en la tristeza es muchas veces más sanador que ofrecer falsas esperanzas.

En resumen, los enfermos terminales atraviesan una serie de emociones complejas que requieren no solo de atención médica, sino también de apoyo emocional profundo. El rol de la familia es clave para brindarles amor, comprensión y respeto en este difícil tramo final de la vida.

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¿Que siente un paciente en estado terminal? https://fuentedepaz.pe/que-siente-un-paciente-en-estado-terminal/ Tue, 01 Oct 2024 01:03:16 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6801 La psicología de un enfermo terminal está profundamente influenciada por la conciencia de la cercanía de la muerte, lo que genera un conjunto de emociones complejas que van desde el temor hasta la aceptación. Aunque cada persona reacciona de manera única, hay ciertos patrones comunes que suelen aparecer en estos pacientes. Temores más comunes: Miedo […]

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La psicología de un enfermo terminal está profundamente influenciada por la conciencia de la cercanía de la muerte, lo que genera un conjunto de emociones complejas que van desde el temor hasta la aceptación. Aunque cada persona reacciona de manera única, hay ciertos patrones comunes que suelen aparecer en estos pacientes.

Temores más comunes:

Miedo a la muerte: El temor a lo desconocido, la incertidumbre de lo que ocurrirá después y la idea del fin de la existencia son temas centrales. Para muchos, la muerte es vista como algo aterrador debido a la falta de control y la pérdida de identidad, para quienes tienen fe en la vida eterna es un camino esperanzador.

Dolor y sufrimiento: Los enfermos terminales suelen temer experimentar un dolor físico incontrolable o un deterioro progresivo que los haga sufrir.

Temor a ser una carga: Muchos pacientes expresan ansiedad por la posibilidad de convertirse en una carga emocional o física para sus seres queridos. Esta sensación puede generar culpa o vergüenza, lo que les lleva a aislarse emocionalmente.

Miedo a la soledad: La sensación de aislamiento o de ser olvidados, especialmente si el proceso de la enfermedad es prolongado, es otro temor recurrente. La soledad emocional puede intensificarse incluso si están rodeados de personas, ya que sienten que nadie puede comprender completamente su experiencia.

Angustia existencial: Enfrentarse a la muerte suele despertar profundas preguntas sobre el sentido de la vida, el legado que dejarán y la trascendencia de su existencia. Muchos enfermos terminales pueden sentirse ansiosos por no haber cumplido con sus metas o por no saber qué quedará de ellos.

Ansias o necesidades emocionales:

Sentido de control: A pesar de la inevitabilidad de la muerte, los enfermos terminales suelen desear un cierto grado de control sobre su situación. Esto puede implicar tomar decisiones sobre su atención médica, decidir cómo quieren pasar sus últimos días o participar en la planificación de su propio funeral.

Reconexión con la vida: Aunque están muriendo, muchos desean continuar experimentando aspectos de la vida, ya sea en formas simples como disfrutar de la compañía de sus seres queridos o a través de actividades que les den alegría o consuelo.

Cierre emocional: El enfermo terminal frecuentemente anhela cerrar ciclos emocionales. Esto puede implicar resolver conflictos pasados, expresar amor o gratitud, o despedirse adecuadamente de quienes son importantes para ellos.

Reafirmación del valor de su vida: Muchos enfermos terminales desean sentir que su vida tuvo un propósito, que su existencia fue significativa. Pueden buscar esto a través de conversaciones, recuerdos compartidos, o la creación de un legado tangible o intangible.

Por ello, el tiempo que pasamos junto al enfermo, es un tiempo valioso. Nunca pensemos que no hacemos nada, que no sirve visitarlo. Aun cuando el paciente no pueda comunicarse, ver la tv juntos, compartir un postre que le encante, o estar a su lado en silencio tocando su mano, son espacios de vida. El amor siempre se siente.

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¿Seres inútiles? https://fuentedepaz.pe/seres-inutiles/ Tue, 06 Feb 2024 18:00:37 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6697 Una de las cosas que más hace sufrir a los enfermos es sentirse inútiles. Nadie los valora y, más bien, los marginan, como seres de segunda clase, que no dan más que problemas. Pero debemos estar convencidos de que los que sufren y aman, no son seres inútiles, sino, por el contrario, seres valiosísimos para […]

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Una de las cosas que más hace sufrir a los enfermos es sentirse inútiles. Nadie los valora y, más bien, los marginan, como seres de segunda clase, que no dan más que problemas. Pero debemos estar convencidos de que los que sufren y aman, no son seres inútiles, sino, por el contrario, seres valiosísimos para el plan de salvación de Dios sobre el mundo. Veamos lo que decía santa Faustina Kowalska:

    “En un alma que sufre, debemos ver a Jesús crucificado y no un parásito o una carga para la Congregación. Un alma que sufre, resignada a la voluntad de Dios, atrae más bendiciones divinas para el convento que todas las hermanas que trabajan. ¡Pobre aquella casa que no tiene hermanas enfermas! Dios, a veces, concede muchas y grandes gracias en atención a las almas que sufren y aleja muchos castigos, únicamente en consideración de las almas que sufren. Para conocer si en una casa religiosa florece el amor de Dios, basta preguntar cómo son tratados los enfermos, los inválidos y los ancianos” (Diario, día 6 de septiembre de 1937).

    Y esto que dice de las casas religiosas, lo podemos aplicar igualmente a las casas de nuestras familias. En nuestros hogares ¿saben valorar y amar a los enfermos? ¿Cómo son tratados? ¿Los ven como seres inútiles, que sólo dan problemas? ¿Desean su muerte con la excusa de que no “sufran” más? Además, tú y yo podemos estar enfermos en cualquier momento. Por eso, atiende con amor a los enfermos y prepárate para la prueba, que vendrá, tarde o temprano.

Santa Teresita de Lisieux decía: Sufrir pasa, pero haber sufrido queda. Y ¡qué hermoso pensar que, con el sufrimiento, hemos conseguido tantos méritos para la salvación de nuestros hermanos del mundo entero!

P. Angel Peña OAR

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Evita esto https://fuentedepaz.pe/evita-esto/ Tue, 06 Feb 2024 16:17:36 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6694 Si vas a visitar a un amigo que está muy grave, evita comportamientos que lo cosifiquen y lo vuelvan solo «un enfermo», recuerda que lo que se valora es «estar con él» en ese momento, es el tiempo y el afecto dedicado en esa visita. A veces no se visita a los moribundos porque no […]

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Si vas a visitar a un amigo que está muy grave, evita comportamientos que lo cosifiquen y lo vuelvan solo «un enfermo», recuerda que lo que se valora es «estar con él» en ese momento, es el tiempo y el afecto dedicado en esa visita.

A veces no se visita a los moribundos porque no se sabe qué decir, perose visita a una persona no para resolverle los problemas o impedirle que muera, sino para testimoniarle afecto y cercanía.

Recuerda evitar esto:

√ Adoptar caras tristes o expresar conmiseración. El que sufre no pide pietismo, sino serenidad. Expresiones tales como: “Pobrecito, no merecías todos estos sufrimientos”; “¡Dios mío, cómo has adelgazado!”; “Todas las desgracias te han sucedido a ti, eres verdaderamente desafortunado”, no consuelan.
√ Limitar la conversación al horizonte físico: “¿Consigues comer?; “¿Te duele todavía el estómago?”; “¿Se te ha pasado la fiebre?”. La persona es mucho más que su cuerpo lleno de fatigas; la invitación es a que ampliemos la mirada hacia otros horizontes: emotivo, cognitivo, relacional, espiritual.
√ Recurrir a “mentiras piadosas” para no mirar a la cara de la realidad. Ante quien pregunta el porqué de terapias intensivas, o que exige claridad acerca de su propio estado, se le oculta la realidad comentando que las curas sirven para reducir una úlcera, o que son una medida de precaución para prevenir infecciones.
√ Cambiar de tema cada vez que el moribundo toca una tecla delicada: “No pienses en ello, trata sólo de dormir”; “Te cuento lo que me pasó el otro día…”; “Hace un día muy hermoso, distráete un poco dando un paseo”; “Ahora me tengo que ir, así descansas un poco…”.
√ Sentir la necesidad o la obligación moral de contrarrestar las contrariedades buscando siempre algo positivo que decir: “Piensa en vivir, que para morir siempre hay tiempo”; “No te dejes abatir por estos pensamientos”; “Para curarte tienes que ver las cosas positivamente”; “No te desanimes, hay otros remedios para tus problemas”.
√ Juzgar los sentimientos: “Lamentarse no sirve de nada”; “No te sientas así”; “No digas eso”; “No llores”; “No te enfades”. Toda una letanía de “Noes” que molesta a las personas, aumenta la depresión o la soledad y complica su curación interior.
√ Minimizar las pérdidas, para mantenerles con la moral alta: “Deja que te cuente todos los problemas que tengo yo”; “Eres afortunada, que tienes a tu familia”;“Acabo de encontrarme con una señora que en el último año perdió a su marido, al hijo en un accidente de tráfico, y ahora su hermana se está muriendo de cáncer. En comparación, tú no tienes nada”.
√ Imponer los propios esquemas de referencia: “El que tiene fe no se desanima”; “Dios envía estas pruebas a las personas que más ama”; “No todo el mal viene para perjudicar”; “Es la voluntad de Dios”; “Reza, si quieres curarte”.
√ Culpabilizarles por pensamientos o estados de ánimo que manifiestan confidencialmente: “Ponerse a llorar no sirve de nada”; “Tienes que ser fuerte por los niños”; “Piensa en los demás, no en tus problemas”.
√ Hacer a las personas completamente dependientes de la propia ayuda: “No te levantes, yo me encargo”; “Tú sólo tienes que ponerte buena, en lo demás pensamos nosotros”; “Tú trata sólo de descansar y hacer lo que te dice el médico”.
√ Dejar que la ansiedad de los familiares tome la delantera: obligan al que está agonizando a comer o a beber con la falsa ilusión de prolongarle la vida, cuando el enfermo no tiene fuerzas ni para respirar, con el riesgo incluso de ahogarlo.
√ Impedir a los niños que vean a una persona querida, para que no queden impresionados o afectados por su estado.
√ Dar falsas esperanzas a quien está a punto de despedirse: “Dentro de unos días estarás mejor y volverás a casa”; “Lo peor ya pasó, verás cómo te curarás”; “Dentro de poco estos momentos difíciles serán sólo un mal recuerdo”.
√ Oponerse a los intentos del que se está muriendo de expresar sus “últimas voluntades”, distrayéndole con otros pensamientos: “¡Mira qué buen día de sol!”; “Trata de curarte, no pienses en ello”.
√ Tener constante necesidad de decir o de hacer alguna cosa en torno a la abecera del moribundo, para así evitar el “vacío de silencio” o la sensación de impotencia.
√ Permitir que se prepare el funeral a la cabecera de quien está en coma: sin saber que, con frecuencia, está en grado de oír y de captar todo lo que está sucediendo, aun cuando no esté en condiciones de reaccionar. No hay que tener prisa por enterrar a las personas antes de que estén muertas.

En síntesis, es importante evitar asumir estos comportamientos, que llevan a deshumanizar el morir, y cultivar actitudes positivas que permitan vivir la despedida, por fatigosa y dolorosa que sea, de una forma más serena y sincera.

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El duelo es personal y único https://fuentedepaz.pe/el-duelo-es-personal-y-unico/ Fri, 29 Dec 2023 16:46:11 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6601 Por Therese A. Rando, Ph.D., BCETS, BCBT El camino del duelo es diferente para todos nosotros… todos seguimos nuestro propio camino. Alguien a quien ama ha muerto. Esto le presenta una de las experiencias más retadoras que cualquier ser humano puede enfrentar—lidiar en su vida con la pérdida de su ser querido.(…) Aprender cómo llorar […]

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Por Therese A. Rando, Ph.D., BCETS, BCBT

El camino del duelo es diferente para todos nosotros… todos seguimos nuestro propio camino.

Alguien a quien ama ha muerto. Esto le presenta una de las experiencias más retadoras que cualquier ser humano puede enfrentar—lidiar en su vida con la pérdida de su ser querido.(…)

Aprender cómo llorar de manera sana y cómo lamentarse para que pueda aprender a adaptarse a la vida en ausencia de su ser querido, no es una tarea sencilla. A menudo requiere más trabajo, lleva más tiempo y es más impactante de lo que la mayoría de la gente anticipa. (…)

El duelo es personal y único.

Su duelo es tan personal y único como su huella dactilar; nadie más tendrá la misma experiencia de duelo que tú y no hay una forma «correcta» de responder a la pérdida.

Hay literalmente 37 conjuntos de factores que influyen en el dolor de cualquier persona. Se combinan para hacer que tu pérdida particular sea distinta a la de los demás—¡incluso diferente de la de los demás en tu propia familia que están de luto por la pérdida de la misma persona! Aunque una persona haya muerto, usted y cada una de las personas que están de luto realmente viven pérdidas distintas. Esto se debe a que ninguna persona puede tener exactamente la misma relación con otra persona, y es la pérdida de esa relación específica la que se lamenta cuando la persona muere. Además, es porque no hay 2 personas que traigan a una situación las mismas fortalezas y debilidades, las mismas experiencias pasadas o el mismo condicionamiento social y cultural.

El duelo de todos está determinado por:

  • La naturaleza y el significado de su relación particular con la persona que murió.
  • Sus propias características personales y su historia de vida.
  • Los aspectos específicos de la muerte de su ser querido.
  • La situación social que los rodea.
  • Su estado físico.

Teniendo en cuenta todas las cosas que determinan las reacciones de una persona, podrá ver por qué no hay absolutamente ninguna manera en que alguien más pueda llorar o lamentarse de la misma forma que usted. Por esta razón, tampoco hay una forma correcta de responder a la pérdida. Si bien hay algunos procesos comunes que las personas deben atravesar para aprender a vivir saludablemente con una pérdida importante, todos los abordarán de esta forma única.

Sugerencias:

  • No permita que nadie le diga cómo debe vivir su duelo y luto.
  • Tenga cuidado al comparar sus experiencias con las de los demás.

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Acompañar al enfermo en su dolor https://fuentedepaz.pe/acompanar-al-enfermo-en-su-dolor/ Thu, 09 Nov 2023 20:32:08 +0000 https://fuentedepaz.pe/?p=6579 Un hasta luego que nos hará sentir que no fue tiempo perdido el que pasamos junto a él Por: Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net Acompañar al enfermo en su dolor Cada hombre enfermo toca nuestro corazón de un modo particular. La mayoría experimenta compasión, un profundo deseo de asistir o acompañar a quien sufre, a […]

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Un hasta luego que nos hará sentir que no fue tiempo perdido el que pasamos junto a él

Por: Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net

Acompañar al enfermo en su dolor

Cada hombre enfermo toca nuestro corazón de un modo particular. La mayoría experimenta compasión, un profundo deseo de asistir o acompañar a quien sufre, a quien vive la experiencia de la incapacidad, del dolor, tal vez la desesperación y la amargura.

El dolor de otros nos afecta a todos. Querríamos aliviarlo, ayudarle a encontrar caminos para curarlo, u ofrecerle medios para una rápida recuperación. Querríamos que el enfermo no quedase abandonado a su suerte. Querríamos que pudiese encontrar maneras para seguir en la vida de un modo más o menos autosuficiente, libre, indoloro.

A veces no podemos hacer casi nada para que regrese la deseada salud, pero sí mucho para mostrar nuestro afecto y cercanía. Eso ya es mucho. A veces basta con estar allí, a su lado. Con una palabra oportuna, o con la sonrisa de siempre; con un chiste, o con el recuerdo de momentos más felices, más buenos.

Otras veces podremos escuchar sus deseos, ayudarle a realizar aquello que nos pide. Hoy nos permitirá llamar por teléfono a un familiar lejano, para escuchar, desde su lecho, esa voz que tanto deseaba oír de nuevo. Mañana nos pedirá que vayamos a comprar un cochecito de juguete a un nieto que pronto lo visitará.

Otro día nos dirá, simplemente, que le acariciemos la mano, que le digamos si hay nubes en el cielo. Nos suplicará que miremos sus ojos cansados, oprimidos por el miedo, ansiosos por ver un rostro amigo.

Otro día no dirá nada. Respirará, con fatiga, con esfuerzo. Apretará con su mano nuestra mano, fijará sus ojos en los nuestros, buscando un poco de esperanza, un cariño que no ha muerto.

Estar junto al enfermo. Tal vez, sin darnos cuenta, será él quien nos ayude, quien nos haga menos irritables, un poco más sencillos y pacientes. Tal vez él nos hará comprender que esta vida no lo es todo, que de nada sirve el dinero sin salud, que esa casa de campo comprada con tanto esfuerzo queda ahora sola, triste, sin su dueño.

Estar junto al enfermo. Alguien nos quiere allí, alguien nos espera a su lado. Un día nos dejará, irá a otros cielos. Su partida será un momento de dolor, pero no un adiós definitivo: será un hasta luego. Un hasta luego que nos hará sentir que no fue tiempo perdido el que pasamos junto a él, como si preparásemos ahora esa dicha de los cielos, donde el amor es simplemente eso: estar junto a un enfermo..

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