Un consuelo espiritual

La Unción de los Enfermos es un auxilio espiritual para los Católicos que están enfermos o enfrentan situaciones que amenazan la vida (como una cirugía mayor o una emergencia médica grave), así como para aquellos que pueden estar enfrentando una muerte inmanente. Debido a la idea de que llamar al sacerdote para este sacramento puede significar renunciar a un ser querido moribundo, muchos Católicos esperan hasta demasiado tarde para llamar al sacerdote. Hacer esto corre el riesgo de dejar a la persona moribunda sin las gracias importantes de este sacramento.

La gracia principal es fortalecer la virtud de la esperanza para ayudar a la persona enferma a no desesperarse y fortalecerla contra cualquier temor a la muerte. También les ayuda a soportar cualquier sufrimiento causado por su enfermedad o lesiones y los une al Cristo sufriente que se acerca a ellos y les brinda consuelo espiritual. Para aquellos que no pueden hacer una confesión oral de sus pecados, también les ofrece perdón. Este es un gran regalo porque permite que se otorgue la gracia ordinaria del perdón sacramental incluso en esta circunstancia extrema. A veces, la administración de este sacramento resulta en la curación de la persona enferma e incluso la curación milagrosa no está fuera de la posibilidad real, pero no hay garantía de que dicha curación ocurra en ningún caso en particular.

Por eso, no debemos tener miedo ni esperar que la esperar este inconciente para recibirlo, sino todo lo contrario. La uncion de los enfermos es para vivos, no para difuntos.