¿Enamorarme otra vez?

¿Podré volver a enamorarme de nuevo tras el duelo?

(….) no consideramos que sea imprescindible encontrar pareja para superar el duelo. Hemos encontrados varias razones que justifican esta postura:

  • ● No existe una ley universal válida para todo el mundo, de hecho, hay personas a quienes este planteamiento (la posibilidad de volver a enamorarse tras perder a su pareja) les parece casi ofensivo.
  • ● No es esencial vivir en pareja para ser feliz.
  • ● No siempre es fácil encontrar pareja, de modo que si ése fuera el criterio para dar el alta, por ejemplo, la terapia podría prolongarse fácilmente durante años o incluso no finalizar nunca.

En cualquier caso, no es criterio clínico para dar por elaborado un duelo.

El duelo por la pérdida del amor

Las personas que han perdido a su pareja y que se plantean si podrán volver a amar y, en cualquier caso, si podrán volver a sentir lo mismo. En algunos de estos casos, lo que predomina es el miedo a no poder volver a sentir todo lo que el amor trae consigo. En otras ocasiones, la emoción que predomina es la culpa, como si volver a amar a alguien fuera una traición o una infidelidad.

Socialmente existe una penalización para quien rehace su vida. No es que sea algo explícito, ni tampoco algo universalmente aceptado, pero es verdad que en algunos círculos se ve como poco honorable y, en cualquier caso, existe la idea de que hay un tiempo prudente durante el cual se debe “guardar” luto y “honrar la memoria del/la difunto/a”. En ese tiempo se considera inadecuado iniciar una relación sentimental, aunque no existe una definición clara de cuánto dura ese tiempo.

Cuándo saber que se ha superado el duelo por un cónyuge

En cuanto al miedo a poder volver a amar, se produce una comparación con la pareja fallecida que es casi inevitable. Las expectativas depositadas sobre una posible futura relación dificultan encontrar pareja y, además, en comparación con la persona fallecida es casi imposible salir ganando, porque tendemos a idealizar al ser querido que hemos perdido.

En caso de que transcurra el tiempo y no se encuentre una pareja, estaríamos ante una nueva pérdida y un nuevo proceso de duelo: el dolor que se añade a la imposibilidad de volver sentir el amor de una pareja. En cualquier caso, cuando la persona tiene miedo a no poder volver a amar,  se entiende que el doliente ya entró en contacto con su vida, con dificultades o no, pero ya ha dejado atrás el momento de dolor intenso por la muerte de su pareja, por lo que podríamos decir que está prácticamente de alta, implicado en asuntos que tienen mucho que ver con la vida.

El duelo y el sentimiento de culpa

En cuanto a la culpa que experimentan quienes empiezan a sentir la necesidad de tener pareja, o incluso quienes ya la han encontrado, no existe una fórmula mágica que les permita librarse de esa sensación, aunque es importante explorar las ideas que se tienen al respecto y poder contrastarlas de una manera más objetiva, preguntando a conocidos qué opinión les merece, planteándose qué opinarían si le pasara a otro.

Hay que dejar espacio para atender esa culpa hasta que ésta vaya difuminándose, o pese más la necesidad de estar en pareja que la culpa. En cualquier caso, cuando durante la terapia surgen estas cuestiones, son signo de que el proceso de duelo está finalizando.

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