Una persona con una enfermedad terminal es alguien vulnerable fisica y emocionalmente, quien merece nuestra misericordia activa para lograr que sientan nuestro amor.
a. Presencia constante y afectuosa: El enfermo terminal necesita sentir la cercanía emocional de sus seres queridos, incluso si no se trata de una interacción verbal constante. El simple acto de estar presente, de compartir momentos de silencio o de acompañarles en sus actividades cotidianas, puede ser un enorme consuelo.
b. Escucha activa: Muchas veces, el enfermo terminal desea hablar de sus temores, esperanzas o inquietudes, pero teme sobrecargar a su familia. La disposición de la familia para escuchar sin juzgar ni intentar “arreglar” la situación es esencial para que el paciente se sienta comprendido y acompañado.
c. Respeto por sus decisiones: Es crucial que la familia respete las decisiones del enfermo sobre cómo quiere manejar su enfermedad y su muerte, ya sea en cuanto a tratamientos médicos, cuidados paliativos o aspectos más personales como despedidas y rituales.
d. Paciencia y compasión: El enfermo terminal puede pasar por una montaña rusa emocional, desde la ira hasta la tristeza profunda. La familia necesita ser paciente y comprensiva, evitando reaccionar con frustración o desesperanza.
e. Apoyo práctico y emocional: Además de la ayuda física con las necesidades del día a día, el enfermo terminal requiere apoyo emocional para procesar su experiencia. Esto puede incluir conversaciones profundas sobre la vida y la muerte, pero también gestos pequeños de afecto.
f. No minimizar su sufrimiento: Aunque los familiares quieren ser optimistas o dar ánimo, es importante no invalidar el sufrimiento del enfermo con frases como «todo estará bien» si eso no es realista. Reconocer su dolor y acompañarlo en la tristeza es muchas veces más sanador que ofrecer falsas esperanzas.
En resumen, los enfermos terminales atraviesan una serie de emociones complejas que requieren no solo de atención médica, sino también de apoyo emocional profundo. El rol de la familia es clave para brindarles amor, comprensión y respeto en este difícil tramo final de la vida.