La fe no elimina el dolor, lo acompaña

“Aunque camine por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo.”
(Salmo 23,4)

A veces se piensa que tener fe debería impedirnos sufrir. Que si creemos en Dios, no deberíamos sentir dolor ante la muerte. Pero eso no es verdad. Jesús mismo lloró ante la tumba de su amigo Lázaro.

La fe no elimina el dolor, lo acompaña. Nos permite vivir el sufrimiento sin desesperación. Nos da un refugio cuando el alma se quiebra. Nos recuerda que no estamos solos, que hay un sentido más profundo incluso en lo que no comprendemos.

En los momentos más duros, la fe es ese susurro que nos dice: “Dios sigue contigo.” No promete evitar las pérdidas, pero nos ofrece Su presencia para atravesarlas. Una presencia que consuela, que escucha, que sostiene.

En Columbarios Fuente de Paz, muchas familias se acercan con lágrimas, pero también con esperanza. Porque saben que sus seres queridos están en manos de un Dios que no abandona, y que ellos mismos seguirán adelante con Su fuerza.

🙏 No temas llorar. Tu fe no se debilita con el llanto. Se fortalece cuando, aún con el corazón roto, eliges seguir confiando.