El duelo es un tiempo de nuestra vida del que lamentablemente no podemos huir, de nada sirve tratar de taparlo con actividades porque encontrará la manera de hacerse notar mediante tristeza, rabia, miedo, impotencia, desesperación, culpa etc.
Las emociones que se viven en el duelo son como olas, van y vienen con poca o mayor intensidad dependiendo de factores externos como un lugar, una fecha, una ropa o factores internos como un recuerdo de quien amamos y murió; aunque nos duela mucho lo más sano para nuestra vida es sentir el dolor que nos toca vivir.
Sin embargo encontraremos personas que nos dirán ¡Tienes que ser fuerte! sin saber que estamos haciendo lo mejor que podemos, por eso es mejor no hacerles caso. No escondas tu dolor. Comparte lo que te está pasando con tu familia y amigos de confianza. No te guardes todo para ti mismo por miedo a cansar o molestar. Busca aquellas personas con las cuales puedes expresarte tal y como estás.
Si no quieres compartir o mostrar tus emociones a otros es mejor buscar otras manera de dar salida y vivirlas en privado, sería bueno escribir, pintar u otra actividad con la que eres consciente que expresas lo que sientes, es mejor destinar un tiempo a la lectura de textos que descubran nuestra fuerza interior porque no se trata de negar o encerrarte; se trata que las emociones salgan de tu alma para que sigas viviendo con paz interior.