MI ULTIMA VOLUNTAD ES….
Es una realidad que la mayoría de las personas no dejan instrucciones para que sus seres queridos las sigan después de que se hayan ido. Y no sólo nos referimos a instrucciones sobre sus bienes o propiedades, que debieran estar escritas en un testamento, sino aquellas instrucciones sobre sus últimos días de vida, el momento de su muerte y su entierro posterior.
Seguramente alguna vez hemos conversado con nuestro núcleo familiar sobre lo que queremos al momento de partir de este mundo. A pesar que a veces la conversación no se tome muy en serio, insista en el tema y hágales entender lo importante que es para usted que lo cremen y entierren en un columbario parroquial.
Exponga sus motivos emocionales, religiosos y económicos para que ellos cumplan su voluntad y respeten con amor su deseo.
Sobre la manifestación de voluntad
Gracias a este documento legal llamado “Manifiesto de voluntad” (no es el testamento de bienes) que se firma en una Notaria, usted puede asegurarse que sus últimos deseos sean honrados; usted puede asegurarse así que se respete por ejemplo su deseo de morir en casa y no en un hospital; su deseo de donar órganos, su deseo de no ser entubado y hasta puede dar las instrucciones para su lugar de entierro.
Por eso es de suma importancia que desde este minuto usted hable con sus seres queridos sobre este tema , ya que ellos van a ser los que tomen la decisión final sobre qué hacer con sus restos. Recuerde que luego de entablar dicha conversación usted puede proceder a dejar por escrito sus deseos ante notario público, en el documento denominado Manifiesto de Voluntad.
Respetar su voluntad tras su muerte es un regalo de amor
Siéntese a conversar con sus familiares y expréseles su deseo de ser cremado al fallecer, aunque exista una alta probabilidad que no se tomen en serio sus comentarios, le recomendamos insistir con este tema directamente con sus hijos, esposa o esposo, o cualquier otro familiar cercano que luego sea un testigo en la notaría.
“Tras mi muerte, dictamino que mi cuerpo sea cremado y mis cenizas sean llevadas a la parroquia del….”.
Con este documento legal, tanto usted con sus seres queridos actuaran con la seguridad de cumplir su última voluntad.