Es importante que el niño aprenda a enfrentar la enfermedad y la muerte como algo natural, algo triste pero no tenebroso, no debemos infundir miedo a la muerte ni a la vejez o enfermedad.
Si queremos que ellos se despidan o visiten a un familiar delicado de salud , es mejor planear con tiempo las visitas de los niños al familiar enfermo (Kroen, 2002):
1. Enterarse qué es lo que el niño y/o adolescente sabe sobre lo que ocurre. Los niños son muy receptivos y aunque nadie les haya contado nada, captan los cambios ocurridos a su alrededor. Pueden generarse ideas distorsionadas y crear sentimientos dolorosos. Preguntarle qué cree que está pasando.
2. Preguntar al niño si quiere o necesita visitar al familiar enfermo. Los muy pequeños no pueden ayudar a tomar esta decisión, los mayores sí pueden decidir y se les debe dejar que cambien de opinión.
3. Sugerir que los niños y/o adolescentes vengan acompañados por dos personas más a las visitas. Si los niños son pequeños, su visita será corta y su atención se dirigirá a otra cosa. La idea de muerte no está formada hasta los 8-9
años. Los adolescentes entienden más, pero sus preguntas son más difíciles de responder: “¿Por qué la vida es injusta con las personas buenas?”. Responder de manera simple y si no se tienen respuestas, ser honesto y decirlo con claridad.
4. Explicar al niño y/o adolescente que cambios va a ver en la persona enferma. Le evitará sorpresas sí la persona ha cambiado físicamente o está muy deteriorada. Explicar el momento de enfermedad ajustado a la edad del niño (“El abuelo está muy, muy malito, le estamos cuidando, ¿quieres que vayamos a verle?, ¿Le llevamos un dibujo? ”)
Como adultos, debemos estar preparados para las expresiones de los sentimientos de los niños y adolescentes. Aunque se crea que lo están llevando bien, puede que realmente no sepan expresar sus sentimientos. Es bueno que hablen y dejar que lo expresen. Les puede ayudar a aceptar lo que sienten. “Quizás sea la primera vez que sienten un dolor tan grande, y no saben cómo expresarlo, ni canalizarlo”. La idea es acompañar ese proceso.